martes, 6 de diciembre de 2016

El control respiratorio

El control respiratorio

El aire constituye el correlato necesario de todas y cada una de las funciones psicofísicas del hombre: desde el aprendizaje hasta la atención, las emociones, la sexualidad, etc. en cuanto energía primaria para el cuerpo. La respiración, presente de forma consciente, o no, en cualquier actividad humana, puede ser utilizada favorablemente para la mejor ejecución de las tareas; por ello, dentro del trabajo psicomotor incluimos la educación del control respiratorio.
La respiración corriente está regulada por el reflejo automático pulmonar y por los centros respiratorios bulbares, que adaptan de una manera automática la respiración a las necesidades de cada momento. Además, está sometido a influencias de la corteza cerebral, tanto de tipo consciente como inconsciente. Por esta razón podemos hacer de la respiración un acto voluntario y contenerla o acelerarla a voluntad. Sin embargo existe una especie de mecanismo de seguridad que hace que se desencadene la respiración automática cuando la concentración de CO2 en la sangre alcanza niveles peligrosos. Si voluntariamente provocamos una hipoventilación, automáticamente se desencadena una hiperventilación y viceversa.

Además, y relacionadas con procesos psicológicos como la atención y las emociones, tenemos influencias inconscientes. Situaciones delicadas de mucha concentración o elevada atención provocan hipoventilación. Situaciones emocionales intensas como ansiedad, miedo, alegría, sorpresa, etc. provocan hiperventilación.
El acto respiratorio se compone de dos fases: la inspiración y la espiración. Generalmente, la espiración va seguida de una breve pausa. Se puede provocar un tiempo intermedio de retención entre inspiración y espiración. Desde el punto de vista funcional, la inspiración provoca una afluencia de aire a los pulmones y, por tanto, un aumento de la presión en la caja torá- cica que aumenta el propio volumen gracias a un empuje anteroposterior (empuje hacia afuera que se percibe externamente), lateral (elevación de las costillas) y vertical (descenso del diafragma).
La respiración se realiza principalmente de dos formas: torácica y diafragmática, es decir: por elevación del tórax o por empuje y relajación del diafragma. También puede considerarse una tercera forma: la clavicular, en la que la elevación de los hombros provoca la entrada de aire en los pulmones. Una respiración armoniosa hace participar a la región abdominal en la inspiración. La respiración diafragmática cuesta menos esfuerzo y permite almacenar una mayor cantidad de aire.


La respiración es un acto automático, pero con una buena educación se puede modular, regular e inhibir la respiración, adaptándola a las diversas actividades.
El ritmo habitual de la respiración de cada individuo influye en su personalidad y su desarrollo psicomotor, pues es la base del ritmo propio del individuo. Independientemente de esto, el ritmo respiratorio varía en función de las situaciones y los conflictos que vive el sujeto. En general, durante los momentos en que nos encontramos tranquilos y seguros la respiración es pausada, mientras que en las situaciones de inseguridad tiende a acelerarse el ritmo respiratorio.
La toma de conciencia de la respiración, de las regiones del cuerpo que pone en juego, de su ritmo y sus modificaciones debe formar parte de la educación psicomotriz. En especial será importante el trabajo sobre la respiración en la reeducación de individuos inestables y ansiosos. No en vano, la armonía respiratoria se encuentra en la base de la mayor parte de los métodos de relajación, puesto que una distensión adecuada conlleva una respiración pausada.


¡VAMOS A JUGAR!

La gran carcajada

Edad : A partir de 6 años
Materiales: Ninguna.
Organización inicial: Forman dos equipos.
Desarrollo: Uno de los equipos permanece serio mientras el otro se ríe de todas las formas posibles. Cuando consiguen hacer reir al otro equipo, cambio de rol.
Pompas de jabón
Edad : A partir de 4 años
Materiales: Recipientes con agua y jabón líquido. Pajitas.
Organización inicial: Cada jugador con una pajita. Se agrupan en torno a los recipientes.
Desarrollo: Hacen pompas de jabón soplando en sus pajitas. El profesor da indicaciones: "Grandes", "pequeñas", "sobre la mano", "una dentro de la otra".

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